Aunque carecen de fuerza física, esta especie se ha ganado un lugar en Metrecalia gracias a su ingenio y sabiduría. Desde orígenes humildes, sus pequeñas sociedades agrarias han florecido en valles tranquilos y llanuras ocultas, donde viven en armonía con la tierra. A lo largo de las generaciones, se han hecho conocidos por ser eruditos, sus extensas enciclopedias y su espíritu adaptable.