Cuando los magos descubrieron estas secreciones mucosas letales que crecían en el interior de sus mazmorras, era solo cuestión de tiempo que las utilizaran de todas las formas mágicas posibles. Pronto se descubrió que podían absorber fácilmente elementos mágicos como el fuego, la electricidad y el hielo, lo que las convertía en esponjas mágicas y en una parte esencial de la Elaboración Mágica.
Amalgamas viscosas y elásticas que desintegran toda materia orgánica que entra en sus cuerpos. Como son lentos y literalmente no tienen cerebro, su forma más eficaz de conseguir alimento es guardar objetos en su interior y utilizarlos como cebo. Pueden optar por reproducirse multiplicando su corazón si tienen suficiente masa a su alrededor. Cuanto más comen, más grandes se vuelven, pero son igualmente letales independientemente de su tamaño. Altamente moldeables mágicamente, son una forma perfecta de mantener limpio tu calabozo.
—Desintegración
—Cambiar Formas
