Con tantos volcanes, la enorme cantidad de cenizas inspiró a Shankamanhk a crear una forma de sacar vida de ellas. Son prácticamente invulnerables en su hábitat hasta que mueren, y suponen un gran obstáculo si alcanzan un gran tamaño. El clásico símbolo de resurrección.
Aves nacidas de cenizas, con alas que arden en llamas. Habitan en regiones extremadamente cálidas y se alimentan de cenizas volcánicas u otros fénix para crecer, alcanzando una altura de 12 metros. Aunque poseen pocos medios de defensa, cuando resultan heridas se dispersan en cenizas, solo para resurgir y reformarse a partir de sus restos originales. Sin embargo, cuando su vida natural llega a su fin, sus cenizas permanecen inmóviles, sin volver a tomar forma jamás.